Por Eduardo Nabal
Todos los finales (Editorial Bala Perdida), resulta ser uno de los poemarios más potentes que recuerdo en lengua castellana. Te sorprende la capacidad de Bea Gómez para jugar y subvertir el verso, para queerizar la semántica, para volver brillante lo cotidiano y hasta lo aparentemente banal.
Barroco y con aristas, también sabe ser tierno y sorprendente en su calidad de libro de poesía de una avezada conocedora de la literatura universal.
Un libro imprescindible que, desde su magia, dará mucho que hablar. Poesía en estado puro, prosa poética y subversiva, un libro valiente y necesario que sitúa la literatura y el lenguaje en el centro de un campo de batalla, el cuerpo, los barbarismos y los mitos impuestos, la soledad, la solidaridad y el amor. De poemas situados en su Castilla profunda y natal, con un tono intimista y sensual, a verdaderas declaraciones sociopolíticas contra los lenguajes del heteropatriarcado.
Bea Chinaski ha conseguido una obra redonda, cautivadora a la vez frágil y resistente, dura y delicada. La autora es profesora de secundaria y activista de Transfeminalia-Palencia y otras muchas causas, entre ellas, la de romper con el lenguaje poético y simbólico habitual.
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