Dolores, ¡guapa! Dolores ¡guapa!
No desirle guapa
No ser farso, por favó (¡guapa!)
Que no se lo cree ni Dios
Por José García
Aquí estamos de paso, ‘in hac lacrimarum valle’, es la propuesta de la chirigota de José Luis Soto ‘El Cascana’ para el Concurso Oficial de Agrupaciones Carnavalescas (COAC 2020) de este año, que promete dar mucho que hablar en las acaloradas tertulias del Carnaval gaditano. Promete porque fusiona dos temas recurrentes, y polémicos, de las carnestolendas locales, cada vez menos locales y más internacionales: el fervor cofradiero y el colectivo lgtibiq.
El abordaje de la Semana Santa y el mundo cofrade en clave paródica durante el Carnaval de Cádiz tiene precedentes tan sonados como Los tontos de capirote, la chirigota que Javier Osuna presentó al Concurso del Falla allá por 1986, burla sardónica del mundo de las cofradías que llegó a ser vetada en la radio por el malestar ocasionado entre los sectores más religiosos de la ciudad. La cuestión Lgtbiq también tiene sus muchos precedentes chirigoteros, casi todos bienintencionados pero de inteligencia variable: Ricas y maduras y Juana la loca, en 2011; Los orgullosos, en 2015; o Érase una vez…, en 2018, por citar solo algunos de los ejemplos más recientes.
Sin embargo, este año ‘El Cascana’ da otra vuelta de tuerca al asunto y nos presenta una realidad ampliamente conocida pero rara vez pronunciada cuando se habla de la Semana Santa gaditana: los numerosos homosexuales que dedican su vida a vestir vírgenes o bordar sus mantos, en una manifestación de religiosidad popular que desborda los dogmas de la jerarquía eclesiástica. Un tema novedoso para el Carnaval pero no para el mundo de la cultura. Cabe recordar el personaje de Alfredito que el actor gaditano Ramón Rivero interpreta en la película de Pilar Távora Madre Amadísima (2010), sobre un texto del también artista vecino Santiago Escalante.
Por su parte, Los ‘cofrades’ de Aquí estamos de paso se reclaman en uno de sus pasodobles católicos y patriotas que no comulgan con el racismo y la homofobia del partido ultraderechista Vox, estos días en boca de todos por su proyecto de ‘pin Neardental’ para el sistema educativo, haciendo los chirigoteros una defensa acérrima de cuestiones candentes como la adopción de niños y niñas por parte de parejas gays.
A ver, para los neófitos en carnavalismo gaditano: las chirigotas son agrupaciones compuestas por un grupo de siete a doce componentes, número máximo que se permite subir al escenario, aunque juntando de aquí y allá la chirigota del Cascana llega a sumar los dieciocho componentes. Entre todos ellos se reparten diferentes voces: contraaalto, tenor o segunda voz, que se acompañan de instrumentos como las guitarras, el bombo, la caja o los pitos para desplegar un repertorio compuesto de cinco partes elementales. A saber: la presentación, los pasodobles, los cuplés, el estribillo y el popurrí.
Los ‘cofrades’ de Aquí estamos de paso, con música del propio Cascana y ‘El Lasio’ y letra de Jesús Serma ‘El Melli’, Julio Álvarez y el fallecido Fernando Organbide, a título honorífico, derrochan pluma desde la misma presentación para declarar que son esos «que visten a la Virgen» pero «al Cristo no, porque es un hombre y no soy de piedra». Y terminar clamando en el popurrí que «debajo de la Señora va el hombre al que amo», dedicado a ese novio cargador, con un repertorio plagado de ironía e irreverencia que andan ensayando frente a la fría brisa de invierno de la playa de La Caleta, en su barrio de La Viña, y del que no vamos a dar más detalles porque queda muy feo eso del spoiler made in Cádiz, pero que no escatimará ni su virgen, ni su cristo, ni sus pasos en sillas de rueda entre los tipos de la chirigota.
La chirigota del Cascana es también conocida por su defensa de las personas con diversidad funcional, teniendo algunos de sus componentes movilidad reducida y habiendo luchado en pasadas ediciones por un concurso accesible para todos, en el sentido más físico de la palabra. Lleva veinte años participando en el COAC, consiguiendo premio en 2003, con Los quince en la Piera; en 2018, con Cai de mi arma; y, en 2019, con Un pasito a la izquierda y un pasito a la derecha.
Este año se estrenan en el Falla los terceros de la sesión del 4 de febrero. Estarse aliquindoi.
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