Texto: José García
Fotografía: Oliva Jesús
Por la densa atmósfera del café teatro Pay-Pay, desde poco después de la explosión de un polvorín de la Armada que destruyó casi la mitad de Cádiz durante la posguerra, vaga un fantasma que solo sabe besar a la clientela: la marinería, las prostitutas, las vedettes, los flamencos, los maricas, el clero… Es el fantasma de Marta (Rosama Grimaldi), la vedette tiroteada por el marido celoso y violento de su amante Elicia (Paola Aparicio) mientras se fundían en un beso sin vuelta atrás. La trama sirve de sustento a la pieza de microteatro El fantasma que solo sabía besar, que forma parte, junto a Entre colegas y Azul y rojo, de la trilogía trágicocómica Año Cero, que el grupo de teatro Telón Cádiz Inclusión estrenó la noche del pasado viernes en el patio de la asociación sociocultural Aires de Cádiz.
Telón Inclusión, dirigido por el veterano actor Pedro A. López Raya, hace del teatro una herramienta para el desarrollo las diferentes capacidades de una pléyade de entusiastas artistas con diversidad física, psíquica o sensorial. En Año Cero, junto a la pieza El fantasma que solo sabía besar, obra del propio López Raya a partir de una idea de Rosama Baena Bernal, Telón Inclusión recupera también otras dos piezas del dramaturgo vallisoletano José Luis Alonso de Santos «primero, porque su teatro breve nos viene como anillo al dedo, dadas las características de nuestros artistas; y segundo, porque sus textos son un canto a la tolerancia, un reflejo de la sociedad, pero con una brizna de crítica socarrona, y lo mejor, siempre, siempre, desde el humor», apunta el director de Telón Inclusión.

Doblado a lengua de signos
Otra muestra del carácter inclusivo de este proyecto teatral la encontramos en el artístico doblaje del texto de las tres piezas de microteatro a la lengua de signos, obra de la maestría de la actriz y especialista Marissa Greco.

Así, junto a ese fresco social el Cádiz bohemio en los peores años del franquismo que es El fantasma que solo sabía besar, las otras dos piezas nos ofrecen una ácida sátira de concupiscencia clerical y una estrambótica historia de amor entre una doctora y uno de sus pacientes, que tenía la peculiaridad de poseer dos corazones. Todo ello ambientado con el maquillaje, peinado, costura y estilismo de Carmen Piulestán, el apoyo técnico de Anton Haidl, Mayte Bernal, Rosamita Grimaldi, Juanma Ramírez, Suso Carbonell, Salvi Baena, Robe Ferrer, Rosama Galena Bernal y Juanma Ramírez Montero, así como por el buen hacer interpretativo de Rosama Grimaldi, Paola Aparicio, Mario Cabello, Susi Mera, Suso Carbonell, Chema Pineda, Pedro J. López, Juanma Ramírez, Endika Erice, Juan Oncala, Jorge Ramas, Felipe Ramis y el propio Pedro A. López Raya.
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