‘The Laramie Project’, sobre el asesinato de Matthew Sheppard, llega al castellano

Por Eduardo Nabal

Con un retraso significativo, aunque tampoco resulta algo sorprendente en la edición de teatro en castellano, llega a nuestras librerías una de las piezas dramáticas estadounidenses, por diferentes motivos, más importantes de finales del siglo pasado y principios de este. The Laramie Project, de Moisés Kaufman, que después se convirtió en un documental realizado por el propio autor de la pieza dramática. 

Es teatro de denuncia y también experimental por su forma de indagar en su propia gestación escénica, en la que su creación misma, a través de pequeñas entrevistas, reflexiones, recuerdos, descripciones humanas o geográficas nos llevan al núcleo mismo de la tragedia, inspirada en un suceso real difícil de olvidar. Kaufman se decide a hablar con aquellas personas que conocieron o estuvieron más o menos cerca del joven gay Mathew Sheppard, asesinado por dos muchachos en el Laramie (Wyoming) en uno de esos crímenes de odio, como el de Teena Brandon (Boys don´t cry), que han alcanzado el estatus de paradigma pero que, sobre todo, nos descubren que tras las, en ocasiones, amables, ambiguas o contradictorias declaraciones de esos, a su manera, amantes de la, aparentemente idílica y agreste, Norteamérica rural, se esconden fuerzas como la intolerancia religiosa y el estigma de lo visible que pueden llevar a , o al menos facilitar,  la brutalidad más extrema. 

En su documentado realismo y a pesar de la aproximación caleidoscópica a un personaje que acaba flotando como un espectro tras los discursos de policías, sacerdotes, profesores, vecinos, camareros, asistentas sociales, médicos…The Laramie Project no es una obra tan hermosa como necesaria, a partir de un caso verídico y estremecedor que inspiró, de un modo otro, a gente como Annie Proulx a la hora de escribir Brokeback mountain y reforzó la denuncia de los crímenes de odio provocados por la intolerancia provinciana hacía otras formas de vida, no solo la del joven Matt, sino también una muchacha musulmana a quién todos increpan por llevar velo o una lesbiana a la que hacían el vacío “otras lesbianas”. 

Aunque los ciudadanos salen en defensa del lugar donde residen y hay sinceridad en algunos de los párrafos de la obra, el trabajo de Kauffman pone en evidencia el odio larvado y cómo determinadas instituciones y mentalidades reguladoras de los patrones de género, que adquieren un carácter universal, abren el camino del odio.

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