

Por Eduardo Nabal
Con una traducción clara y fluida de Javier Sáez -que nos está acercando a algunas de las mejores obras de la reciente teoría o teorías queer-, llega un libro ya imprescindible como Teoría Crip, del profesor de estudios queer y discapacidad Robert McRruer, donde entrelaza, de forma nada arbitraria, las opresiones que, de forma interseccional, nos acercan a otros grupos señalados o invisibilizados por los regímenes de ‘la normalidad’.
Amplio pero ameno, el libro de McRuer nos acerca al poco conocido activismo de las llamadas ‘personas discapacitadas’ contra las barreras reales y simbólicas en los centros de trabajo y estudio y a cómo se han vivido las experiencias de la raza, la seropositividad, las sexualidades no heteronormativas y la exclusión social desde cuerpos marcados o mentes estigmatizadas como pertenecientes a ‘enfermos’ o ‘tullidos’.
Con numerosos ejemplos de la cultura popular (con películas de Hollywood y otras independientes) y series de televisión, McRuer desenmascara los intereses capitalistas que se esconden tras ese aparente rasgo normalizador de la disidencia sexual y tras la negación de las subjetividades de las personas con diversidad funcional. De la ‘piedad peligrosa’ al ‘exotismo folclórico’, hasta llegar al empoderamiento, las representaciones icónicas nunca han sido inocentes. Enfermedades como el VIH, la ausencia de recursos para la accesibilidad, el saber médico, la negación de una sexualidad plena para las personas ya llamadas crip, nos pone frente a dispositivos de saber y poder que solo pueden ser cuestionados cuestionándonos a la vez nuestra propia posición frente a la marca de la regulación, con exponentes como el ‘matrimonio igualitario’, la mirada piadosa o, como hemos visto recientemente por estos lares, cierta resistencia a la ruptura de los binarismos no sólo de género, sino también corporales, entre lo normal y lo anormal.
Un libro que se lee con fruición, que retoma el trabajo teórico de autoras como Eve K. Sedgwick, quien desde su enfermedad no dejó de publicar los airados relatos de un alumno gay, discapacitado y seropositivo; o bien, la herencia feminista de la reivindicación de las subjetividades negadas por el heteropatriarcado y las fuerzas parapoliciales de ‘lo normal’.
Últimos
artículos
La presunción holgazana. Memoria de un hombre trans en un día histórico
Escribo estas palabras de madrugada, en un aeropuerto de vuelta a la tierra donde mi familia materna me ha visto crecer, donde mi abuela me intentaba poner de pequeño, sin mucho éxito, unas bragas tejidas con todo su cariño. Isa me llamaban porque nací con vagina y de paso con los órganos internos cambiados. A…
Eduardo Nabal y Juan Argelina: «Uno de nuestros propósitos era deconstruir el silencio»
Eduardo Nabal y Juan Argelina nos proponen un «un viaje común, tan apasionante como accidentado, a través de las subculturas que están haciendo desarrollar la herejía queer y repensando la historia de la cultura desde los márgenes que escapan al canon», a través de su última obra conjunta, ‘Voces transgresoras. Una memoria queer de la…
‘Lemebel’, de Joanna Reposi, el biopic ineludible de un guerrillero con tacones
¿Cómo montar el legado de toda una vida en el carro de un proyector de diapositivas? Con esta escena empieza la película documental de la cineasta chilena Joanna Reposi sobre la vida, obra y herencia política del escritor y performer de la misma nacionalidad, Pedro Lemebel, una de esas referencias imprescindibles para entender el activismo…
Deja una respuesta